Sopa es lo que le falta a la selección para ganar algo nuevamente.
Otra vez nos quedamos con las manos vacías. La oportunidad era única. Teníamos los mejores jugadores (Messi Balón de Oro, Tévez goleador de la Premier, Masche afianzado en el Barca, el Kun rompiendo redes en el Atletico); teníamos la localía, con todo el público a nuestro favor; lo teníamos a Grondona, (si le dio una mano al Diegote con el café veloz, era de esperar una ayuda en la CA2011). Pero nada de eso alcanzó para ganarla.
El equipo, ya nos cansamos de decirlo, tiene jugadores de sobra, individualidades que en algún momento te cambian la historia del partido. Pero este equipo nunca fue tal. Siempre dependiendo de que Lio nos salve con una jugada monumental, pero él solo no puede hacer todo. Se cansó de asistir a sus compañeros, pero a Messi, nadie lo asistía. Cada vez que tiraba un pase, le devolvían un cascote. Nunca encontró un jugador que lo entienda, se puede llegar a salvar Gago.
Esta frustración por lo menos trae algunas cosas positivas. Esperemos que el técnico del seleccionado, que sorprende que no haya renunciado, se de cuenta de que algunos jugadores ya cumplieron un ciclo con la camiseta Argentina. Por favor, Basta de Zanetti, Basta de Cambiazzo, Basta de los Hermanos Milito, Basta de Lavezzi, y lamentablemente Basta de Tévez. Al Apache siempre lo bancamos, pero demostró que no es funcional al equipo. En su nota con Telefé antes del partido con Costa Rica, Carlitos demostró que no banca a Lio, no se banca que el equipo esté armado en fusión de Messi. Ya pasó con Riquelme, los egos a veces son perjudiciales para el grupo.
Batista nunca encontró el funcionamiento. Los dos primeros partidos fueron la muestra. Messi sin ayuda, sin socios, haciendo lo imposible para lograr alguna jugada de ataque. Contra Colombia se vio la frustración del crac del Barca. Batista supo pegar el volantazo contra Costa Rica, pero no alcanzó, la herida ya era profunda. Muchos dirán que es fácil hablar con el resultado puesto, pero Batista nunca tuvo una idea de juego, una táctica o estrategia, pareciera que todo fue improvisado.
La defensa sin lugar a dudas fue lo peor de todo el equipo. A Milito se le notó que nunca juega; Burdisso no es el mismo que brillo en Boca e Inter; Zanetti está viejo. El único que se salva es Zabaleta, pero no se pudo aprovechar su potencial al máximo.
Del medio campo se rescatan algunas cosas. Gago fue fundamental para la remontada, lástima que en el Real juega poco; Mascherano no está en su nivel, pero es irremplazable, aparte es el único tipo que siempre pone la cara cuando se pierde; a Pastore no le dieron la oportunidad; Banega se durmió en los laureles; Cambiazzo por favor ándate a Italia y no vuelvas nunca más.
En la delantera el Kun y Lio fueron los que mejor anduvieron. Agüero se encargó de sacar adelante a la Selección con goles importantes; Lio ya lo dijimos hizo y hace lo imposible por conseguir una jugada de gol; Lavezzi ya pasó su tren, no supo aprovechar la oportunidad; Di María, nadie duda que es bueno, pero se cree que él solo juega, mucho egoísmo, pocos resultados; Tévez, la decepción que no esperábamos. Se nota que está celoso, se nota que no se banca que él no sea la estrella de la selección, se nota que no lo banca a Lio. Lamentablemente con el amor a la camiseta, que a varios jugadores de este grupo les falta, no alcanza.
Esperemos que reflexionen tanto, Batista como Grondona, y los dos se vayan de una vez por todas de la AFA, por el bien del futbol argentino. Mientras tanto seguimos ilusionados con
que la selección vuelva a ser ese equipo místico de mediados de los 80 y principios de los 90.
Por Walter Perazo (Enviado especial a Santa Fe)
Fuente imágenes: Olé
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